CONVULSIONES NERVIOSAS EN LOS NIÑOS
Las causas son muy variadas. La mayor parte de las afecciones de la infancia pueden desencadenar convulsiones (sobre todo los estados febriles), no obstante, su aparición debe orientar hacia la posibilidad de enfermedades del sistema nervioso central (encefalitis, meningitis, etc.)
Síntomas: Crisis nerviosas caracterizadas por contracciones de los músculos. Esas contracciones pueden ser tónicas o crónicas (continuadas o alternantes), generales de todo el cuerpo o solo localizadas en cara o miembros.
Suelen acompañarse de pérdida de conocimiento y, a veces, se manifiestan en niños que ya tienen una predisposición orgánica a las convulsiones (espasmofilia).
Es conveniente averiguar si la causa de esta condicionamiento obedece a antecedentes familiares relacionados con la sífilis o el alcoholismo.
Cuando se presentan las convulsiones, lo que debe hacerse en primer lugar es desnudar al niño, o desabrochar su ropa. Después, bañarlo con agua tibia y friccionar el pecho con alcohol. Se le acostará con la cabecita algo levantada.
Si el niño no respirara, se le practicará respiración artificial.
Naturalmente debe acudir al médico de urgencias.
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