Compresión o irritación del nervio ciático, que es el más largo del organismo por cuanto tiene su origen en la primera vértebra lumbar, extendiéndose a los músculos, piel y articulaciones de la pierna.
La irritación tiene diversos orígenes: frío, enfermedades diabéticas, sífilis, alcoholismo, avitaminosis, pies planos, etc..
La compresión mecánica del nervio por hernia del disco invertebral, la inflamación de una vértebra lumbar o un simple movimiento brusco de la pierna pueden ocasionar también dolores ciáticos.
Se manifiesta en dolores muy intensos y, en ocasiones insoportables. Se inician en la cadera, irradiándose al muslo, resto de la pierna y, a veces a la zona genital.
Un ataque de ciática puede durar varios días e intensificarse con la micción, con la defecación y al estornudar.
La ciática se incluye dentro de las neuralgias o dolores continuos y paroxisticos que se producen en el trayecto de un nervio periférico.
Precisa entonces investigar la causa que produce la ciática para tratar convenientemente la enfermedad en su origen.
Se pueden tomar analgésicos y, si es necesario, se someterá a unas sesiones de diatermia, onda corta y masajes. En los casos de hernia discal, es posible que el médico aconseje la intervención quirúrgica.
Causas: Fuerte catarro o infección bacteriana producida por un resfriado o unas anginas que a través de la trompa de Eustaquio se propaga hacia el oído medio.
